jueves, octubre 2

Salís de tu casa por Arenales...

El estado del tiempo. Ahora sé que la real nostalgia, la única permisible, es aquella que crece donde nunca se caminó, en la acera de una calle rota por donde jamás se transitó.

Lo demás, con kilogramos de arrepentimiento, es vano, inútil.
Se hace vano ir muriendo al ritmo de días que se han escapado. Se hace natural mojarse y dejar que la ropa se seque con el calor del día.

Es ahora. Te vas muriendo. Y no es lento.
Quiérelo todo. Mucho no es suficiente.